Firma invitada: María Luisa Moreno Cobián
Te propongo un cambio de mentalidad completo. Una forma de ver tu búsqueda que te aliviará de muchas presiones.
Hay una empresa que tiene un objetivo para el 2015 y para conseguirlo, te ficha a ti como Director (o Directora) General de la empresa.
El objetivo que tiene la empresa es conseguir que un cliente concreto compre el producto estrella de la empresa.
Tienes 12 meses para:
Conocer fenomenal el producto. Tienes que saber cómo se crea, sus cualidades, los beneficios que obtiene el usuario, el precio de venta.
Conocer fenomenal a los clientes potenciales. Debes saber quién puede estar interesado por el producto, cómo le va a sacar partido – cómo se va a beneficiar, averiguar quién toma la decisión de comprar estos productos, tratar de contactar con gente dentro de la empresa que te dé información, que te cuente cómo funcionan las cosas dentro.
Y finalmente, debes plantear una buena estrategia para que tus clientes potenciales oigan hablar de tu producto y logres llegar a tener una reunión de ventas con ellos.
Ahora te voy a desvelar el nombre de la empresa y del producto:
La empresa es Yo, S.L.
El producto es Tu Trabajo
Eres el Director General de Yo, S.L. y tienes que conseguir que un cliente firme antes de 12 meses un contrato por el que compra tu producto (tu trabajo) por un plazo de tiempo.
Así es como te propongo que te plantees tu búsqueda a partir de ahora. Separándote emocionalmente del proceso, y tomándotelo como un trabajo. Deja que te explique por qué:
El trabajo es nuestro sustento – lo que nos permite comer, tener un techo, desplazarnos, vivir. Es decir: es parte ESENCIAL de nuestra vida, por tanto: si no lo tenemos -por ser necesario para nuestra supervivencia y nuestras necesidades básicas- como si lo tenemos pero no es el que queremos -por la carga emocional que nos produce-, siempre tiene un efecto personal y emocional inmenso.
Esto hace que nos tomemos nuestro proceso de búsqueda de manera demasiado “personal” (que lo es, indudablemente), poniéndonos tan dentro del problema que nos cegamos, no vemos más allá, no encontramos soluciones, nos frustramos y nos acorralamos en una situación en la que nos quedamos sin recursos personales para salir de ella.
Y yo te planteo: ¿qué ganas tomándotelo de manera tan personal? ¿Y si cambias la perspectiva? ¿Y si te SEPARAS tú emocionalmente de lo que tienes que hacer para conseguirlo?
Pero debes tener en cuenta estas tres condiciones:
PRIMERO: No valen EXCUSAS – como en cualquier trabajo, cuando tienes que resolver algo, te buscas la vida para resolverlo. Esto es igual: debes considerarlo tu trabajo, ve a tu oficina (virtual) cada día, ponte objetivos diarios/semanales o mensuales y asegúrate de cumplirlos.
SEGUNDO: No sigas el mismo camino que todo el mundo – Los portales de empleo están SATURADOS. Ahí no vas a lograr que tu cliente potencial te encuentre y sea capaz de valorar tu producto. Piensa: ¿cómo lo ha hecho el Director General de una empresa rival que ha logrado vender su producto con éxito? ¿Cómo ha dado a conocer su producto? ¿Cómo ha conseguido contactos y que la gente hable de su producto? IMAGINACIÓN AL PODER.
Y TERCERO: Cada entrevista de selección que no salga bien –donde no logres “vender” tu producto- entiende que es un resultado NORMAL en un proceso de venta. Hay que hablar con y tratar de convencer a bastantes clientes potenciales hasta que uno compre tu producto. De esta manera puedes aprender de cada una de ellas y enfocarla de manera muy diferente.
Piénsalo. Te reto. Adopta esta mentalidad y verás como ese cambio de escenario, esa liberación y separación “emocional” del proceso te va a permitir ver las cosas de otra manera.
¿Aceptas el reto?